‘Al otro lado del contrabando’ está llamada a ser la primera película-documental que aborde la historia del servicio marítimo de Vigilancia Aduanera y su lucha frente al comercio ilícito de tabaco. Alejandro Cardoso, funcionario del propio S.V.A y productor de este proyecto patrocinado por Altadis, repasa con nosotros sus claves más importantes.
¡Comenzamos!
Nacional | 10/12/2021
NO Contrabando - Altadis
Pregunta: ¿En qué momento se da cuenta de que la historia del Servicio de Vigilancia Aduanera merece ser contada al gran público?
Alejandro Cardoso: Yo llevo 14 años en el Cuerpo del S.V.A. En todo este tiempo me han llamado mucho la atención aquellas noticias publicadas en medios de comunicación sobre aprehensiones de tabaco que, habiendo sido realizadas íntegramente por nosotros, han sido adjudicadas a otros Cuerpos policiales. Sin embargo, lo realmente preocupante es que nadie lo corrige, no existe esa voluntad.
Cuando investigué un poco más sobre este fenómeno, me di cuenta de que somos los grandes desconocidos. Respecto a Policía Nacional o Guardia Civil, ¿Alguien conoce al S.V.A.? A partir de ahí me sentí en la obligación de reivindicar que yo pertenezco a este Cuerpo, policial y especializado, y que llevamos en el mar mucho antes que cualquier otro.
P: ¿Y a qué se debe esa falta de reconocimiento en su opinión?
A.C.: Quizá porque quienes estaban al frente del S.V.A. hace unos años preferían permanecer en el anonimato y actuar desde la sombra en beneficio – según ellos – del propio Cuerpo. Este hecho, si bien pudiera tener efectos positivos en determinados aspectos, acarreaba aquel peligro consabido por todos: lo que no se ve, no existe.
A día de hoy seguimos teniendo a nuevos compañeros que acceden al Cuerpo con el conocimiento mínimo sobre el S.V.A. Poco a poco, y en el mejor de los casos, se van enterando de que nuestra labor se remonta al siglo XVI o que llegamos a ser un Cuerpo policial de la propia Tabacalera.
Por este y otros motivos, la película-documental Al otro lado del contrabando se hace necesaria.
P: Y por suerte todo esto quedará reflejado en la cinta…
A.C.: ¡Sin duda! La única exigencia de la distribuidora es no pasarnos de 75 minutos (ríe). Tenemos que ir directos a la esencia del mensaje, aunque sea doloroso desechar algunas partes. Todo ese material inédito podrá ser utilizado en futuros proyectos…
P: ¿Confirmamos entonces una segunda parte?
A.C.: Bueno, nosotros tenemos intención de continuar con otras iniciativas más adelante. Cuando acabemos lo que ahora nos ocupa, miraremos qué opciones tenemos para crear, por ejemplo, un mini-documental sobre algún punto especifico que ahora no es posible abarcar de la forma en la que nos gustaría.
P: Volvamos a la casilla de salida. Cuéntenos un poco más acerca de los primeros compases del proyecto...
A.C.: Nuestra ruta comenzó en Alicante. Tras realizar la pertinente gestión de permisos, optamos por arrancar desde allí con nuestras primeras entrevistas al ser el lugar que mejor nos encajaba en términos de prepuesto y producción… hasta que contactamos con Altadis, nuestro principal motor para arrancar definitivamente con el proyecto.
P: Y entonces la siguiente parada fue nada menos que Madrid…
A.C.: Efectivamente. En la capital celebramos una reunión con dos responsables de la Compañía y les explicamos en detalle nuestra iniciativa. He de decir que desde el primer minuto se mostraron entusiastas con todo lo que les íbamos contando y nosotros, que teníamos en mente solicitar imágenes de la antigua Tabacalera, aprovechamos y comentamos la posibilidad de que Altadis fuera patrocinador de la película-documental.
La cosa se quedó ahí… hasta unos días más tarde. Entonces me llamaron para decirme que Altadis iba a colaborar con nosotros.
P: Entiendo que la noticia fue recibida con una inmensa alegría… ¿Fue además un punto de inflexión para la ejecución de la cinta?
A.C.: Sin duda. Gracias a Altadis pudimos comenzar nuestra andadura por Galicia, Algeciras… en definitiva, más allá de aquellas localizaciones que pensamos en un primer momento.
Luego vinieron otros colaboradores como Airbus Helicopters, Globales Hoteles, Citybluefilms, B.Movie Projects… todos ellos nos han permitido encajar el presupuesto de una forma mucho más sencilla y a nosotros centrarnos más y mejor en las labores de producción.
Sin embargo a Altadis le tenemos un cariño especial por ser la primera que confió en nosotros… ¡Tenemos ese gran honor!
P: ¿En qué punto se encuentra ahora mismo el proyecto?
A.C.: Casualmente nos encontramos de nuevo en Madrid grabando las últimas entrevistas. A partir de ahí trabajaremos en la ficción de la película-documental y, posteriormente, en la posproducción de la misma.
P: Si hablamos ya de una fase de posproducción… ¿Se atreve a adelantarnos una fecha de estreno o aún es pronto?
A.C.: ¡Aún nos queda material por incluir! Tenemos claro lo que ya tenemos y cómo lo queremos, pero en nuestra hoja de ruta aún quedan puntos pendientes.
Sí puedo decirte que nuestra próxima parada es Sevilla, en donde ya estamos plenamente coordinados con Altadis para recabar información desde los archivos de Tabacalera, ubicados en la propia Universidad de Sevilla. Una vez finalizada esta parte, fundamental para nosotros por su valor histórico, será el turno de construir audiovisualmente la representación de los siglos XVI-XVII en la película documental.
Creemos que todo puede estar listo para febrero o marzo de 2022, cuando comenzaremos a mover la cinta por distintos festivales de cine.
P: Si el valor de Sevilla reside en el apartado histórico-documental por alojar los archivos de Tabacalera, ¿Qué papel juegan el resto de localizaciones en donde habéis estado hasta ahora?
A.C.: En Alicante, por ejemplo, conocemos bien a varios compañeros del S.V.A. que llevan muchos años de ejercicio profesional. Su testimonio nos ha otorgado un punto de vista único y de enorme valor para el relato del documental.
Galicia, por su parte, ha sido un punto caliente en materia de contrabando durante muchos años. Es una zona donde queríamos estar... desde allí se ha luchado muchísimo contra el tráfico ilícito, tanto de tabaco como de droga. Como valor añadido de esta zona, decirte que hemos tenido la oportunidad de filmar y realizar entrevistas a bordo de uno de los buques de Operaciones Especiales competentes para llevar a cabo acciones fuera de nuestras fronteras, algo impresionante.
Por último, en Algeciras, te podrás imaginar… es un documental en sí mismo. Tiene un peso importantísimo en nuestro proyecto. Desde que pusimos el pie en la zona tuvimos un recibimiento fraternal por parte de todas las autoridades de La Línea de la Concepción, empezando por su propio alcalde, Juan Franco. La implicación de todos ellos durante aquellos días fue algo sorprendente.
Y si me permites, en esta misma zona, me quedo con la forma tan característica que tiene la gente de contar sus historias. Historias muy fuertes que ellos han vivido en primera persona, pero relatadas con esa gracia tan especial. Es una forma única que tienen de quitarle hierro al asunto mientras te transmiten una gran verdad… Algeciras ha sido inolvidable para todos nosotros.
P: ¿Y qué os cuentan los vecinos e instituciones de Algeciras? ¿Os han pedido mostrar alguna realidad específica?
A.C.: Creo que es algo que ya dan por hecho… y me explico. En el momento que poníamos la cámara a grabar y pedíamos, por ejemplo, que nos contaran una anécdota más personal relacionada con el contrabando de tabaco, nos decían «te cuento no una, sino dos… o tres o me paso toda la noche contándote si quieres».
Ellos se han expresado en todo momento con una honestidad brutal, algo que nosotros agradecemos infinitamente.
P: Decía que la película-documental contará, por decirlo de algún modo, esas dos realidades del contrabando de tabaco. Por un lado, la cara más actual sobre este fenómeno y, por otro lado, esa parte histórica centrada tanto en sus orígenes como en los primeros años del S.V.A. … ¿Cómo son presentados ambos relatos en la cinta?
A.C.: Sin poder desvelar mucho, el espectador podrá apreciar un estilo gráfico combinado con una voz en off que le irá narrando esa historia que se remonta a principios del siglo XVI, cuando surge el contrabando de tabaco a raíz del monopolio del nuevo producto traído de América.
Por otro lado, contaremos con el testimonio de aquellos compañeros más veteranos del S.V.A., quienes aportan un punto de vista genuino de los primeros resguardos de tabaco, que fueron una fuerza policial que reprimía el contrabando de tabaco en las costas españolas.
P: ¿Y qué diferencia observa Alejandro Cardoso, como parte del S.V.A., entre ese contrabando de tabaco de antaño frente al que sufrimos hoy día?
A.C.: Creo que la base es la misma: dinero (relativamente) fácil con el que sobrevivir. Este objetivo no ha variado desde el punto de vista histórico. Tampoco lo ha hecho el modus operandi, centrado en llevar una embarcación cargada hacia un determinado lugar.
Hoy día, sin embargo, los medios con los que disponen los contrabandistas hace que esta actividad sea mucho más peligrosa. Hablamos de embarcaciones que alcanzan una gran velocidad y ponen en peligro vidas.
P: En su labor de productor, ¿Cómo le está resultando llevar a cabo toda la operativa entre las distintas instituciones, públicas y privadas, para que tengan su merecido espacio en el largometraje?
Para mí es un verdadero reto. Cada una de las partes que colaboran en este proyecto aportan un granito de arena y, naturalmente, hemos de dar preferencia a aquellos que han apostado más fuerte por nosotros.
Con todos ellos creo que tenemos que ser justos en cuanto a la contraprestación que damos en forma de publicidad. Por supuesto, a todos les estamos agradecidos por igual.
P: ¿Es tan tedioso conseguir los permisos sobre esas imágenes como se piensa? ¿Cómo han respondido instituciones como la Armada Española ante su propuesta?
A.C.: Tenemos la inmensa suerte de contar con auténticos especialistas en estos asuntos dentro de nuestro equipo. Ellos tienen información contrastada de la que nosotros, a nivel de producción, nos vamos nutriendo.
Sin embargo, a la hora de solicitar permisos, algunos organismos han quedado en darnos una respuesta y aún no lo han hecho. He de ser honesto: la Armada Española no nos ha dado aún ninguna respuesta a día de hoy. Esperamos, no obstante, que durante el periodo de posproducción nos llegue… ¡Aún quedan unos meses! (Ríe)
Otros organismos, como Altadis, nos pusieron todo a nuestra disposición sin problemas.
En teoría todo esto debe ser sencillo, puesto que la información está ahí y el único paso requerido es solicitarla… en la práctica, dependemos de la diligencia de los cargos que gestionan dicha documentación.
P: Por último, ¿Qué espera de su público al visualizar el largometraje?
A.C.: Me gustaría que la gente conociera la labor y la historia del S.V.A. gracias a esta pieza audiovisual, que ha sido la primera en contarlo.
Nada más… y nada menos.