25/01/2016
Si bien el producto más comúnmente comercializado por vía ilícita son los cigarrillos, es un fenómeno al alza el de las falsificaciones y comercio ilícito de puros, fundamentalmente a través de internet y las redes sociales. Gema Hidalgo, Senior Corporate Affairs Manager de Tabacalera, expuso la magnitud del problema en el marco del I Congreso Frente al Contrabando de Tabaco.
Pese a que existen pocos datos oficiales, Hidalgo sí pudo mencionar un informe de la Organización Mundial de Aduanas, que cifra en medio millón de cigarros puros comercializados de forma ilícita al año, frente a tres millones de cigarrillos. “En volumen puede no ser una cantidad importante, pero dado el valor de estos cigarros, sí que lo es”.
Durante su ponencia, Hidalgo mostró imágenes de varios casos recientes de incautaciones de puros, si bien el grueso del problema es el tráfico en la red, donde los contrabandistas tratan de captar compradores para sus productos aprovechándose de las lagunas legales. “Desde emails que ofrecen cigarros de contrabando a estanqueros, a perfiles falsos que se abren en las redes sociales para vender cigarros premium a precios irrisorios”.
Precisamente el precio es el “principal indicador de que se trata de un producto ilícito” que evade impuestos: “Hay habanos que cuestan 800 euros y se venden en internet a 130”, aclaró. Según la representante de Tabacalera, se está trabajando intensamente para acabar con esta venta online, pero todavía “hace falta un mayor esfuerzo”.
En esta línea, de hecho, la compañía está llevando a cabo acciones de formación para guardias civiles y funcionarios de Vigilancia Aduanera. Se les entrena para la captación de este tipo de productos de contrabando, al ser mucho menos comunes.
En Tabacalera, por otro lado, han incrementado las medidas de seguridad y trazabilidad de sus puros al establecer, por ejemplo, unos modelos de sellos y códigos de barras mucho más sofisticados que los anteriores y que “no se pueden fotocopiar, escanear o retirar”, según Hidalgo. Los nuevos componentes, así como las anillas, suelen incorporar elementos holográficos invisibles al ojo humano, sólo apreciables con iluminación láser. El sello ‘hecho en Cuba’ de los puros habanos, es grabado de una manera particular para facilitar la identificación del producto como genuino.
Tabacalera lanzó una campaña de concienciación sobre el contrabando y falsificación de puros bajo el lema ‘El bueno, el feo y el malo’, que tuvo verdadero éxito a la hora de concienciar a los ciudadanos: “Una mayor colaboración garantiza resultados positivos”, aseguró Gema Hidalgo.
Para terminar su exposición, y como ejemplo de éxito policial, la responsable de Tabacalera puso el de la incautación de 12.000 puros habanos falsos en Madrid. El cuerpo responsable del golpe fue el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y los productos confiscados alcanzaban un valor de medio millón de euros. En esa operación, se descubrió que los contrabandistas distribuían los cigarros en áreas residenciales de lujo y zonas financieras de Madrid y Guadalajara. La operación se saldó con tres responsables: el cabecilla y dos colaboradores.