El auge del contrabando de hoja de tabaco en Extremadura, cuya venta ilegal prolifera en la región, bien en bolsitas de tabaco picado o incluso en cigarrillos elaborados artesanalmente, ha hecho caer las ventas legales de picadura y cajetillas de cigarrillos durante los nueve primeros meses de este año. Así, hasta el mes de septiembre, las ventas de picadura descendieron en 17.603 kilos, de los 123.943 kilos que se vendieron hasta septiembre del año 2015 a los 106.341 Kilos vendidos en ese mismo período del año en curso. Por su parte, las ventas de cigarrillos han pasado de 44,8 millones de cajetillas en el acumulado a septiembre de 2015 a los 43,1 millones de cajetillas hasta septiembre de este año, 1,7 millones de cajetillas menos.
A fondo | 07/11/2016
NO Contrabando - Altadis
Esta caída en las ventas legales de tabaco se suma también a un anormal y brusco descenso en el volumen de contrabando de cajetillas de cigarrillos detectado en los últimos meses en la Comunidad Autónoma. Junto al aumento de las aprehensiones de hojas de tabaco por parte de la Agencia tributaria y de los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado y el ascenso de las ventas de este tipo de tabaco a través de internet, ello induce a pensar que ese descenso del contrabando de cigarrillos podría ser ficticio y que lo que se está produciendo en Extremadura es un incremento alarmante del contrabando de hoja de tabaco.
Según el gráfico de evolución incluido junto a estas líneas, correspondiente al último informe elaborado por la consultora Ipsos, el porcentaje de las cajetillas de contrabando detectadas en Extremadura al cierre del primer semestre de este año ascendía al 6,2% de las ventas totales, cuando el dato a finales de 2014, máximo alcanzado durante los últimos años, era del 54,1%. En el caso del total en España, esos porcentajes eran del 8,2% y 12,5% respectivamente.
Ese descenso tan radical en Extremadura no se ha visto compensado, como hubiera sido previsible, con un aumento en las ventas legales de tabaco, lo que confirma la teoría de que el contrabando de cigarrillos se está viendo sustituido por el de hoja de tabaco. Muy al contrario, según datos oficiales del Comisionado para el Mercado de Tabacos, las ventas legales de cigarrillos han pasado de 60,8 millones de cajetillas en 2014 a 59,2 millones en 2015, mientras que las de picadura han caído de 190.071 kilos en 2014 a 161.378 kilos en 2015. Cuantificadas en términos económicos, esto supone que las ventas de tabaco en la Comunidad Autónoma hayan bajado de 308 millones de euros en 2014 a los 299 en 2015, con la consiguiente pérdida de recaudación. El año 2011, las ventas de tabaco en Extremadura representaban 326,2 millones de euros.
En este contexto, Altadis, compañía líder en la lucha frente al contrabando de tabaco, ha celebrado una jornada que ha contado con la participación de los presidentes del Gobierno de Extremadura, D. Guillermo Fernández Vara, y Altadis, D. Juan Arrizabalaga, con el fin de explicar a los agricultores extremeños el grave perjuicio que el contrabando de hoja de tabaco causa a la región.
En este sentido, el presidente de Altadis ha señalado que “es sumamente importante que el tabaco extremeño no pierda su status y su imagen de calidad por un fenómeno, el del contrabando de hoja de tabaco, que sólo puede jugar en su contra. Esto obliga a ser responsables y no caer en la tentación de una práctica ilegal que, al final, va a perjudicar a todos”.
Juan Arrizabalaga ha aprovechado su intervención para mostrar el apoyo y compromiso de Altadis con el cultivo de tabaco en los siguientes términos: ”el Grupo Imperial Brands, al que pertenecemos, aprecia mucho la alta calidad del tabaco en rama que se produce en Extremadura y el cumplimiento por parte de los agricultores de los requisitos exigidos. Es por ello, en contra de lo que ocurre con otros países, que nuestro Grupo sigue considerando el mercado español como uno de sus principales mercados de abastecimiento en Europa”.
“Sin embargo -ha matizado- nuestras compras de tabaco, no sólo en España sino en todo el mundo, vienen obligadas a adaptarse irremediablemente a la disminución de la demanda que se produce año tras año, resultado de venderse cada vez menos el producto final destinado al consumidor”.
Por su parte, la directora de Asuntos Corporativos y Legales de Altadis, Rocío Ingelmo, se ha dirigido a los cerca de cien agricultores asistentes con las siguientes palabras: “Un trasvase de vuestra materia prima a los cauces ilegales tiene consecuencias nefastas para la reputación de vuestro producto, porque si de algo podéis sentiros orgullosos es del reconocimiento que el tabaco extremeño ha alcanzado a nivel internacional. Como bien sabéis, el peso de este cultivo en la economía regional es de vital importancia, por lo que el hecho de que la hoja de tabaco termine en el mercado negro, tiene consecuencias directas en la economía local y en toda la industria secundaria que arrastra el cultivo de tabaco”.
Y a continuación, ha añadido: “La responsabilidad y el gusto por el producto de la más alta calidad nos obliga a pensar también en el último de los eslabones de la cadena: el consumidor final. Permitir a la sociedad acceder a un producto ilícito, ajeno a cualquier control de calidad, tiene graves implicaciones sanitarias y también jurídicas. Así pues, es nuestra responsabilidad ofrecer un producto de calidad, del que nos sintamos orgullosos, porque cualquier actividad fraudulenta no hace sino menoscabar la reputación del tabaco español, y más concretamente extremeño, y deteriorar a un sector que lleva años tratando de luchar por su supervivencia”.