04/11/2021
La reciente detención de un contrabandista buscado por las autoridades italianas es el último caso de fugitivos que encuentran en España un destino donde refugiarse. Unas semanas antes, un ciudadano letón era arrestado también en nuestro país con el comercio ilegal de tabaco como gran protagonista. Se trata así de dos órdenes europeas ejecutadas en el plazo exacto de un mes por nuestro Cuerpo Nacional de Policía.
La última de ellas acaba de producirse en Málaga, donde un varón de 58 años ha sido puesto a disposición de la Justicia tras ser acusado de contrabando de tabaco con pertenencia a grupo criminal, concretamente al clan Di Lauro, estrechamente ligado a la camorra italiana. Según fuentes policiales, el ahora detenido había intentado introducir en varias ocasiones tabaco ilegal en Italia desde Dubái y Singapur.
Treinta días antes, un ciudadano natural de Letonia era arrestado en la isla de Tenerife al pesar sobre él una Orden Europea de Detención y Entrega por la comisión de los delitos de tráfico y contrabando de tabaco por un valor de mercado estimado en siete millones de euros. En este caso, el contrabandista había pasado desapercibido entre sus vecinos residentes en el municipio de Buenavista del Norte.
Tal y como informamos hace unos días, la Guardia Civil es plenamente consciente de la proliferación de este fenómeno asociado a bandas internacionales. Recientemente la benemérita se ha dotado de nueva tecnología ante el aumento de bandas que fabrican cigarrillos ilegales, una adquisición que cuenta con 30.000€ de presupuesto.
Según figura en la documentación del contrato, el instituto armado reconoce que «las últimas investigaciones llevadas a cabo en España están revelando un aumento de organizaciones criminales (…) que se están abriendo desde España», quienes tienen como objetivo principal «obtener enormes beneficios produciendo cigarrillos en fábricas ilegales e introduciendo contenedores a través de los principales puertos de nuestro país».
Este material iría destinado a la Unidad Central Operativa, la UCO, que, como unidad específica de Policía Judicial, tiene por misión investigar y perseguir los asuntos relacionados con la delincuencia organizada, económica, internacional. En este apartado encajan las redes internacionales, sobre todo del Este de Europa, que han visto en España un lugar donde instalar fábricas clandestinas del tabaco ilegal que luego distribuyen por distintos países.
