17/09/2021
«Mientras que el fenómeno del contrabando exista, tendrá que haber una respuesta policial para combatirlo»
No Contrabando recoge el testimonio de los tres galardonados en el Congreso Frente al Contrabando de Tabaco. A través de una serie de entrevistas que se publicarán durante los próximos días nos adentramos en la encomiable labor que desarrollan las principales autoridades de nuestro país frente al comercio ilegal de tabaco. En el camino, los protagonistas nos trasladan su percepción acerca de esta lacra social que nos afecta a todos.
En esta primera entrevista toma la palabra el Inspector del Cuerpo Nacional de Policía, D. José Antonio López Gutiérrez, Jefe de la Comisaría Local de l'Hospitalet de Llobregat (Jefatura Superior de Cataluña). ¡Comencemos!
PREGUNTA: El premio que ha recibido por su encomiable labor denota, en cierta manera, que este problema continúa presente y que aún queda mucho por hacer… ¿Podría hacernos una breve radiografía de cuál es la situación actual del contrabando de tabaco en Cataluña?
José Antonio López: Los datos que manejamos sitúan a Cataluña por debajo de la media nacional en cuanto a consumo de tabaco de contrabando se refiere. Sin embargo, nuestra región es una importante vía de entrada para este tipo de género, tanto por carretera como a través del puerto de Barcelona.
El hecho de que en los últimos años se hayan desmantelado tres fábricas clandestinas de producción ilícita de cigarrillos denota que estamos ante una «zona caliente» en términos policiales.
P: ¿Qué peculiaridades comprende esta región frente a otras tan castigadas como son Extremadura y Andalucía?
J.A.L.: La principal peculiaridad de esta comunidad autónoma son sus dos focos de entrada de tabaco ilegal. El primero y más importante, Andorra, seguido del Puerto de Barcelona. Esto hace que Cataluña tenga sus propias peculiaridades frente al resto de España.
P: Puede decirse entonces que comparten con Andalucía esa existencia de una «zona caliente», en su caso con Andorra. ¿Por qué el caso de Cataluña no es extrapolable al que sufre Cádiz y la zona del Campo de Gibraltar?
J.A.L.: Considero que el Campo de Gibraltar mezcla una serie de factores de índole económico, social y laboral que la convierten en una zona compleja en términos de incidencia delincuencial. El arraigo social de factores relacionados con el tráfico de drogas y el contrabando de tabaco hacen que esta zona difiera no sólo de Cataluña, sino del resto de la geografía española.
P: Y en el caso de Cataluña, ¿Tienen algún perfil establecido de contrabandista?
J.A.L.: Desde mi punto de vista, el contrabando de tabaco se ejecuta en torno a grandes organizaciones. Ya no estamos ante aquel perfil antiguo, de ciudadano español y dedicado a cruzar la frontera desde Andorra, por ejemplo.
Ahora hablamos de grupos muy potentes, normalmente originarios de países del Este, que en ocasiones incluso traen a sus propios trabajadores cualificados para montar las fábricas clandestinas de tabaco.
Como consecuencia de su actividad ilegal y los beneficios económicos que les reportan, los contrabandistas pueden llegar a gozar de un nivel adquisitivo muy importante y situarse de forma cómoda en la sociedad. Posteriormente, pueden blanquear el dinero en otro tipo de actividades, en este caso lícitas.
P: El Cuerpo Nacional de Policía, a diferencia de lo que sucede en la mayoría de las comunidades autónomas, comparte competencias con los Mossos d’Esquadra.
¿Qué reflejo tiene esta coordinación en la lucha frente al tabaco ilegal que se lleva a cabo en Cataluña?
J.A.L.: A nosotros, a pesar de compartir competencias con otros operadores de seguridad, en este caso con los Mossos d’Esquadra como bien apunta, no nos consta ninguna actuación policial de ese cuerpo en la lucha frente al contrabando de tabaco.
En cualquier caso, el liderazgo contra el tabaco ilegal lo ejercemos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Es decir, Guardia Civil y Policía Nacional, sin obviar por supuesto al cuerpo de Vigilancia Aduanera.
P: Permítame un apunte: hace sólo unos días Los Mossos d’Esquadra detuvieron a una hombre que transportaba 450 kilos de tabaco ilegal en la zona de Maçanet de Cabrenys (Gerona). ¿Es posible que sólo actúen ante un flagrante delito como es el caso?
J.A.L.: Cabe recordar que los Mossos d’Esquadra tienen competencia plena en Cataluña. Como policía judicial pueden actuar ante cualquier infracción, tanto administrativa como penal. En ese sentido, si consideran que tienen que iniciar una investigación o realizan, por cualquier índole, una aprehensión, pues son totalmente competentes y deben actuar.
P: ¿Podría entonces calificar a esa coordinación entre ambos Cuerpos en materia de lucha frente al contrabando?
J.A.L.: Tanto la relación como la coordinación entre la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra es muy buena. También le digo que, como todo, siempre hay margen de mejora.
Nosotros nos coordinamos según tres tipos distintos de escenarios. Por un lado, a través de la Junta de Seguridad, que pueden ser locales o provinciales; en segundo lugar, existen las Comisiones de Seguridad, a nivel judicial y con ámbito nacional o provincial; y, por último, los Mecanismos de Coordinación en el seno de la Secretaría de Estado de Seguridad.
Allí se cruzan los datos de las investigaciones en curso junto a los distintos cuerpos policiales. Si hubiera una coincidencia de datos, entre Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra, pues ahí comenzamos a coordinarnos.
P: Cuando dice que «es mejorable»… ¿Se refiere a trabas burocráticas o algún otro factor que les impide ser más operativos?
J.A.L.: Digamos que se debería buscar un mecanismo de coordinación entre aquellas unidades que trabajan específicamente el contrabando de tabaco.
P: Durante los últimos tiempos ha proliferado un mercado ilegal de tabaco que no entiende de provincias ni «fronteras internas». Hablamos de los contrabandistas que tienen en las empresas de paquetería su red de distribución, haciendo un uso fraudulento de las mismas.
¿Tiene constancia el CNP del auge que ha experimentado este fenómeno?
J.A.L.: Sí, hacemos un seguimiento de este fenómeno y de todas las formas de criminalidad, lo cual nos ha permitido confirmar el empleo cada vez más frecuente de este tipo de canales para facilitar la consumación del delito de contrabando de tabaco y, especialmente, de la modalidad de picadura ilegal.
P: ¿Y han implementado algún mecanismo específico para atajar esta tendencia?
J.A.L.: Sí. La Policía Nacional, a través de la Unidad Central de Seguridad Privada, mantiene un estrecho contacto con los departamentos de seguridad de las empresas de paquetería. Gracias a esta excelente labor, la canalización de información es constante y fluida sobre esta clase de actividades ilegales.
P: Hablemos de los efectos de la pandemia. Parece que nos enfrentamos a una nueva crisis económica que presumiblemente traerá un repunte en el mercado ilícito de tabaco. Sirva como precedente la crisis financiera de 2008.
¿Cómo se prepara el CNP para paliar esta situación?
J.A.L.: Efectivamente, esta situación no es nueva. Ha habido otras crisis económicas en el pasado y la Policía Nacional nunca ha bajado la guardia, ni frente a este fenómeno ni a ningún otro que se plantee en nuestro día a día.
Desde hace tiempo, la Comisaría General de Policía Judicial, y en concreto desde la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta, viene llevando a cabo una serie de jornadas formativas para dar a conocer a todas las unidades los mecanismos y herramientas de investigación existentes para luchar contra este fenómeno.
Esta, por supuesto, es la línea a seguir en retos futuros.
P: Y en términos generales, ¿De qué herramientas dispone el Cuerpo para hacer frente al contrabando de tabaco?
J.A.L.: De forma genérica, la Policía Nacional es una institución que cuenta con amplia experiencia en investigación criminal y todo tipo de delitos recogidos en el Código Penal, o en la Ley de Contrabando como es el caso.
Esto desemboca en que tengamos unos recursos humanos preparados para abordar cualquier tipo de fenómeno. Además, debemos señalar aquellas nuevas técnicas policiales junto a los avances tecnológicos propios de cualquier cuerpo policial del siglo XXI.
P: Y en su opinión, ¿Es suficiente para minimizar, tanto a nivel nacional como regional, esta lacra?
J.A.L.: Yo diría que los recursos con los que contamos son los necesarios.
Desde 2013 a fecha de hoy se han desmantelado 26 fábricas clandestinas de tabaco a nivel nacional, si no me falla la memoria. Como dato más concreto, desde septiembre del pasado año hasta febrero de 2021, la Policía Nacional ha realizado seis intervenciones para combatir el mercado ilegal de tabaco.
P: Entiendo que califica entonces los recursos del Cuerpo como buenos…
J.A.L.: Por supuesto. Muy buenos.
P: ¿Y esto nos hace que estemos más cerca de vencer al contrabando? ¿O aún nos queda camino por recorrer?
J.A.L.: Hay camino todavía, está claro. Se ha avanzado mucho en la lucha frente al contrabando y el objetivo de todos los cuerpos policiales es minimizar el impacto en la sociedad de esta – y todas – las formas de criminalidad, como no puede ser de otra manera.
Mientras que el fenómeno del contrabando exista, tendrá que haber una respuesta policial para combatirlo.
P: Hace sólo unos días el Congreso aprobó la Ley de Prevención y Lucha contra el Fraude un texto que regula, por primera vez a nivel estatal, el control sobre el tabaco crudo y fija un régimen sancionador, un avance para atajar este tipo de contrabando. Sin embargo, la aprobación se ha realizado tras haberse incautado más de 515.000 kilos de picadura y hoja de tabaco y desmantelado seis fábricas clandestinas el último año.
¿Podríamos decir que la Ley llega tarde?
J.A.L.: Bajo mi opinión, las leyes se suceden cuando se da un problema concreto y no antes. La ley debe ser flexible y progresar junto a las nuevas formas de delincuencia que se den.
P: Y la realidad a la que ustedes diariamente hacen frente en torno al contrabando de tabaco, ¿Sufre de las dilaciones de las leyes?
J.A.L.: Evidentemente, los delincuentes cada día son más especializados y, por ello, se actualizan y conocen perfectamente la normativa. Dicho de forma coloquial, «hacen sus deberes».
Por tanto, si las leyes no se ajustan a la realidad delictiva, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad no podemos luchar con garantía de éxito.
P: Hablemos del galardón que ha recibido por parte de Altadis gracias a su encomiable labor. ¿Se esperaba en algún momento que el propio Cuerpo lo postulara para recibir este reconocimiento?
J.A.L.: ¡En absoluto! Ha sido toda una sorpresa, desde luego.
P: Sin embargo habrá hecho méritos para recibirlo. ¿Podría compartir con nosotros alguna operación frente al contrabando de tabaco que le haya marcado de manera particular?
J.A.L.: Por supuesto. Curiosamente, hace sólo unos días, recordaba junto a unos integrantes de la Policía Judicial de nuestra comisaría cómo personalmente había dedicado muchos años a la investigación de diferentes organizaciones criminales en diversas tipologías delictivas.
Una de esas operaciones, denominada Kur, fue de las más complejas y gratificantes que he realizado. La investigación arrancó en 2017 y culminó en abril de 2019 con un operativo en el que conseguimos desmantelar centros de producción de cigarrillos y llevar a cabo la detención de la cúpula de la organización criminal que se encontraba asentada aquí en Cataluña, todos ellos de origen búlgaro.
Citaba antes su complejidad porque dicha organización tenía un modus operandi similar al de las organizaciones delictivas dedicadas al narcotráfico, algo que dificulta enormemente el descubrimiento del delito. Y digo gratificante por ser la primera operación que realizaba la Policía Nacional en la lucha frente al contrabando aquí en Cataluña.
P: Para finalizar, dígame qué pueden hacer los ciudadanos para ayudarles a luchar frente al contrabando de tabaco…
Desde mi punto de vista, creo que debe haber una mayor concienciación social sobre el consumo de este producto ilegal.
Los ciudadanos deben ser conscientes de los riesgos y perjuicios, tanto sociales como económicos, que el tabaco ilegal puede generar. Creo que deben evitar su compra fuera de los canales oficiales.