09/07/2019
La panadería Orense, ubicada en Chiclana de la Frontera, no solo se dedicaba a hornear pan y bollería. En unos almacenes clandestinos del comercio, el propietario había montado una pequeña fábrica ilegal de tabaco. Agentes de la Patrulla Fiscal de la Guardia Civil han encontrado en su interior varios kilos de tabaco de picadura y los utensilios necesarios para producir y vender cajetillas de manera ilícita.
En el marco de una investigación sobre la actividad preventiva de la delincuencia y contra la venta ilegal de tabaco de contrabando, los agentes procedieron a hacer una minuciosa inspección del local. En su interior, encontraron bolsas de tabaco picado, cajas de plástico, tubos de preparación, una báscula, máquinas para hacer cigarrillos y varias cajas de cartón con picadura que parecían haber sido recibidas a través de mensajería. Además, en este improvisado taller clandestino los agentes se toparon con varias ratas entre los enseres.
Todo apunta a que el propietario, natural de Chicalana, se estaba dedicando a la fabricación y distribución de tabaco ilegal, negocio que le reportaría mayores beneficios que su panadería de barrio. Tras el registro, los agentes de la PAFIF de Chiclana se incautaron de 88 kilos y medio de picadura de liar sin precintos legales, 85 bolsas de cigarros de 20 unidades cada una ya elaborados, y cinco kilos de hoja de tabaco ilegal. El detenido ha sido puesto a disposición judicial por contrabando y por un delito contra la salud pública.
Consciente de los riesgos que esta actividad ilícita supone a nivel económico, fiscal y sanitario, desde la Guardia Civil de Cádiz se ha reforzado a unidades como las PAFIF, coincidiendo con la época estival, la de mayor actividad en este tipo de delitos.
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