25/05/2017
Recientemente, la Comisión Europea ha presentado al Consejo y Parlamento Europeo el último informe sobre la situación del contrabando de tabaco y otras formas de comercio ilícito de este producto en la Unión Europea.
Del análisis se desprende que, a pesar de las medidas adoptadas desde 2013, el comercio ilegal de tabaco sigue siendo «preocupante» en territorio europeo, concluyendo que "la Unión Europea y sus Estados miembros no tienen otra opción que seguir abordando la amenaza del tabaco ilícito y sus cambiantes modelos, ya que esta actividad ilícita es perjudicial para la salud pública, las finanzas y la seguridad de Europa".
Los autores del estudio señalan que “si bien el rastreo y el seguimiento ayudarán a asegurar la cadena de suministro legal, se necesitarán herramientas adicionales para abordar eficazmente la producción clandestina nacional o extranjera de cigarrillos ". Una de esas herramientas, apuntan, sería la reducción de las diferencias de precios entre países, es decir, la reducción de la brecha impositiva entre unos países y otros, ya que a pesar de las medidas adoptadas hasta ahora, el volumen del comercio ilícito permanece estable.
Entre esas medidas, se contempla el objetivo reducir los incentivos para los contrabandistas. A este respecto, el análisis destaca que "actualmente, el principal incentivo para el comercio ilícito de tabaco es la posibilidad de explotar las diferencias de precios entre los Estados miembros de la UE y los países vecinos”. Así, un contenedor estándar de unos 20 millones de cigarrillos introducidos ilegalmente en la UE puede generar hasta dos millones de euros en ingresos ilegales, dependiendo de la carga fiscal.
Las medidas mencionadas se derivan del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco, que aún no está en vigor al tener que ser ratificado por un número determinado de países que todavía no se ha alcanzado.