No Contrabando

27/06/2017

La cooperación nacional e internacional, policial y judicial es clave para luchar contra el contrabando a gran escala

Entrevistamos a Carlos Gallego, Capitán del Grupo de Delincuencia Económica y jefe del grupo de investigación de fraude y contrabando de la UCO. Él ha sido el responsable de dirigir las dos últimas operaciones contra el contrabando, la Operación Mangalica y la Operación Spinola. Su punto de vista y experiencia nos aportan una visión global del contrabando a gran escala y nos facilitan las claves para entender un poco mejor cómo trabaja el grupo de investigación de fraude y contrabando. Nuestro agradecimiento al Capitán Carlos Gallego por el tiempo que ha dedicado a nuestro canal de comunicación “No Contrabando” y por la impagable labor que desempeñan él y todo su equipo. En este post, os trasladamos la primera parte de nuestra conversación.

  1. La figura del contrabandista tradicional que trapichea en las zonas fronterizas se ha convertido en un mal menor y ahora el contrabando es cosa de mafias y grupos de delincuentes internacionales ¿Es cierto que el contrabando de tabaco se ha sofisticado en los últimos años?

La figura del contrabandista tradicional sigue existiendo. Hay zonas concretas de la península en las que familias enteras se dedican a esta actividad ilícita en la que, aunque el beneficio es muy bajo, les da para subsistir. Lo que sí que es cierto es que en los últimos años y sobre todo debido a la eliminación de las fronteras, nos enfrentamos al crimen organizado involucrado en el contrabando de tabaco. Se trata de organizaciones criminales de ámbito internacional procedentes principalmente de Europa del Este y Emiratos Árabes. El origen del tabaco ilegal procede tanto de fábricas legales como ilegales. En el primer caso se deriva un excedente a dichas organizaciones criminales y éstas trafican con el producto hasta introducirlo en nuestro país. En el caso de las fábricas ilegales, pueden estar en cualquier país, aunque en los últimos años estamos viendo la proliferación de fábricas clandestinas en España. Delincuentes de países del Este se ponen en contacto con contrabandistas españoles para poner en marcha el negocio ilegal. Los delincuentes extranjeros proveen de materia prima y maquinaria y una vez establecida la instalación, los contrabandistas españoles se encargan de la elaboración, envasado y distribución a su red clientelar. Estas circunstancias y la eliminación de las fronteras han dificultado notablemente nuestro trabajo, porque trabajamos sobre hipótesis y en colaboración con otros cuerpos y fuerzas de Seguridad de otros países.

  1. El problema del contrabando en España, ¿es una cuestión de tabaco genuino, producido legalmente por los fabricantes, que escapa a su control, o de tabaco falsificado?

En nuestro territorio se dan las dos vías de contrabando. El problema de las falsificaciones es la calidad del tabaco. El consumidor final de tabaco ilegal siempre prefiere tabaco genuino y aunque las organizaciones criminales alcanzan un producto muy logrado, la calidad y por lo tanto el sabor, es diferente y en muchos casos no alcanza los mínimos exigidos por cualquier consumidor. No quiero aventurarme a hablar de porcentajes, pero sí que es cierto que la mayoría del tabaco que entra en España es genuino y procede de excedentes de otros países, frente al falsificado.

  1. ¿Tiene la UCO acuerdos con los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado de otros países para luchar de forma global contra esta lacra?

Efectivamente, nosotros como unidad central, tenemos la obligación de fomentar esa cooperación internacional. La eliminación de las fronteras y la expansión del crimen organizado nos han empujado, más si cabe, a colaborar internacionalmente. De hecho, es la única manera de llevar a cabo las investigaciones de mayor magnitud. Para fomentar y posibilitar este tipo de relación entre organismos homólogos de distintos países se fomenta una red de contactos y cooperación a nivel internacional que organiza organismos como la OLAF, Europol o Eurojust.

  1. Además de los agentes e investigadores especializados y altamente preparados ¿Con qué herramientas cuenta la UCO para luchar contra el contrabando?

La UCO es una unidad de investigación, por lo que cualquier operación de nuestra Unidad se inicia de una manera muy diferente a como la puede iniciar Guardia Civil de puertos o aeropuertos. En nuestro caso, nuestra principal herramienta es la información que nos facilitan colaboradores como organismos internacionales, nacionales, fabricantes como Altadis, las organizaciones de estanqueros e incluso los consumidores finales.

  1. Hemos visto que la colaboración ciudadana es clave en este tipo de investigaciones ¿perciben una mayor concienciación por parte de la ciudadanía cuando los medios de comunicación advierten de los efectos del contrabando en la Hacienda Pública?

La colaboración ciudadana es muy diferente entre territorios. En aquellos más afectados por el contrabando la colaboración ciudadana es mayor, porque sufren los efectos de esta lacra directamente. Sí que es cierto además que las grandes operaciones de contrabando no tienen una gran cobertura mediática y como consecuencia la sociedad no conoce sus efectos y consecuencias reales. En lo que al contrabando se refiere, la gente no está concienciada, es muy difícil convencer al consumidor final de que es peligroso consumir tabaco ilegal, porque la diferencia de precio entre una cajetilla de curso legal y otra de contrabando es mucha. Por nuestra experiencia vemos que lo que más efectivo a la hora de sensibilizar al consumidor es aludir a los perjuicios personales y directos sobre su salud.


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