30/06/2016
Rocío Ingelmo, directora de Asuntos Corporativos y Legales de Altadis firma un artículo publicado en La Razón en el que reflexiona sobre el papel de los propios fabricantes de tabaco en el contrabando.
El último informe de KPMG sobre la evolución del comercio ilícito de tabaco en la Unión Europea advertía que durante el año 2015 se habían consumido en los países de la Unión 53.000 millones de cigarrillos ilegales, lo que supuso una pérdida para los gobiernos de 11.300 millones de euros. Si tenemos en cuenta las cifras desprendidas del estudio del 2014 podemos mostrarnos moderadamente satisfechos, ya que los volúmenes totales se han reducido ligeramente y se observa que el 88% de este tabaco ilegal tiene como procedencia países de fuera de la UE.
A la luz de estos datos, Rocío Ingelmo saca una primera conclusión, y es que dentro de la Unión Europea todos los actores implicados en la lucha contra el contrabando están trabajando para acabar con esta actividad ilegal. Pero la directora de Asuntos Corporativos y Legales de Altadis va más allá y hace un análisis más profundo de las cifras recogidas en el informe de KPMG, advirtiendo que no todos los fabricantes hacen sus deberes con la misma intensidad y todavía hay quien figura con sus marcas en niveles alarmantes.
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