No Contrabando

03/11/2015

Gibraltar y La Línea, puntos críticos del contrabando

El Delegado Especial de la Agencia Tributaria en Andalucía, Ceuta y Melilla, Alberto García Valera, pronunció un discurso elocuente sobre la evolución del comercio ilícito en España en el marco del I Congreso Frente al Contrabando de Tabaco, celebrado el pasado 17 de septiembre en Sevilla.

El responsable de la AEAT explicó que a lo largo del siglo XX el comercio ilícito de cigarrillos seguía la vía marítima, después pasó a utilizar las carreteras y ya entre 2003 y 2010, la tendencia fue la introducción de tabaco falsificado y marcas baratas a través de grandes contenedores procedentes de Asia y Emiratos Árabes. Entonces, sin embargo, la incidencia del comercio ilícito en nuestro país aún era baja puesto que nuestros canales eran vías de paso para una mercancía ilegal con destino a otros países de la Europa Occidental.

“El cambio de tendencia llegó con la crisis”, reconoció durante su ponencia García Valera, momento a partir del cual las aprehensiones empezaron a ser de ‘cheap whites’ y tabaco genuino de marcas consideradas premium. Entre 2010 y 2011, la sociedad empezó a demandar “un producto más barato” y las tasas de contrabando se incrementaron con fuerza. El problema se consolidó entre 2012 y 2014, cuando se llegaron a registrar “porcentajes de ilícito de más del 10%”, que eran incluso más altos en regiones como Andalucía y Extremadura. Las incautaciones son mayoritariamente de cheap whites, sobre todo “Ducal y American Legend”, pero también de picadura. Ahora todo este tabaco ilegal no sólo se introduce por vía marítima sino que además empiezan a proliferar las fábricas clandestinas.

Actualmente, se ha reactivado el “desembarco de tabaco en playas”, como ocurriera “en los años ochenta y noventa” especialmente en el Campo de Gibraltar. Precisamente el Peñón es foco principal de esta lacra, donde se duplicaron las introducciones de cigarrillos entre 2006 y 2013, de “60 millones de cajetillas a 120 millones”. Resulta evidente que al tratarse de una población de algo menos de 29.000 habitantes, “seguramente sea para abastecer una demanda que tienen fuera del territorio”, aclaró García Valera. Es más, “un tercio del presupuesto del Peñón depende de los ingresos por el tabaco”, cifra que da una idea de la magnitud de lo que está en juego.

Afortunadamente, en 2014 las exportaciones bajaron a los 75 millones de cajetillas, “fruto de la labor de la OLAF, la Agencia Tributaria y la Guardia Civil”. Eso sí, los funcionarios de la AEAT siguen centrados en reforzar la vigilancia marítima en el entorno de La Línea. Precisamente entre febrero y julio de 2015 tuvo lugar una gran operación contra las mafias del tabaco, la Operación Poniente-Tarik, que culminó con la aprehensión de casi 68.000 cajetillas, 20 detenidos y 13 imputados por blanqueo de capitales. Un duro golpe a las redes criminales que operan en el sur de España.

Otra noticia positiva a la que aludió García Valera en su intervención, es el ligero descenso de las tasas de ilícito en los primeros meses de 2015. No obstante, la pérdida de recaudación fiscal que se estima, ronda los mil millones de euros anuales: “equivale, por ejemplo, al presupuesto total de una ciudad como Sevilla”.

La Agencia Tributaria considera la lucha contra el contrabando como uno de los pilares de su estrategia contra el fraude fiscal. De ahí el refuerzo de sus medios humanos y técnicos, la inversión de siete millones de euros en la reforma de la Aduana de La Línea, el impulso de las investigaciones y actuaciones sobre comercios minoristas y el aumento de actas por infracciones que, en el caso de Andalucía, suponen el 54% del total del país.


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